¿Sabías que algunos peces son capaces de cambiar de sexo?
Disney mintió.
Sí, un pez payaso no es capaz de llegar a la consulta de un dentista, tras cruzar todo el océano.
Pero eso ya lo habías deducido ¿verdad?
Humanizar a los animales es un recurso narrativo que hace que nos resulte tremendamente interesante seguir la trama de la película.
Porque ¿para qué te voy a engañar? He sufrido con cada aletazo de Marvin buscando desesperadamente a Nemo por cada rincón del océano.
No puedo negar la maestría de Disney en contar historias que nos emocionen.
Pero sabes lo que pasa, que la historia «real» que habría sucedido con Nemo es igualmente apasionante.
Te cuento.
Tras la muerte de Coral a manos de una barracuda, Marvin y Nemo, el único superviviente hijo, de tan mortal ataque quedarían tristes y solos. Pero en la lucha por la supervivencia padre e hijo probablemente optarían por otra estrategia.
Marvin cambiaría de sexo y se convertiría en hembra. Y Nemo crecería rápido para poder reproducirse con su antes «padre».
De esa manera podrían volver a tener una bonita familia en su urticariante hogar de anémona.
Y es que hace tiempo que la ciencia conoce que el pez payaso, Amphiprion ocellaris, es capaz de cambiar de sexo. En concreto desde el año 77, cuando Hans y Simone Frike lo publicaron en la prestigiosa revista Nature.
Posteriores investigaciones nos han ido sugiriendo que estos cambios de sexo obedecen también a cambios en la estructura social de los grupos
Y no son los únicos peces capaces de cambiar de sexo a lo largo de su vida.
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¿Por qué el pez payaso cambia de sexo?
El pez payaso ( Amphiprion ocellaris) es capaz de cambiar de sexo de macho a hembra. Esto obedece a una adaptación para mejorar la posibilidad de supervivencia cuando hay cambios en la estructura social de los grupos. Por ejemplo, si la hembra desaparece, como pasa en la película de Buscando a Nemo